Este torneo, concebido como una plataforma para identificar y desarrollar nuevos talentos dentro del club, se convirtió rápidamente en un evento de gran importancia en la cantera del Real Madrid. La primera final se disputó en el año 1958, y fue un hito en la historia del club juvenil. El equipo Atienza se alzó con la victoria frente al equipo Santamaría en un emocionante partido que se llevó a cabo en el icónico Estadio Santiago Bernabéu.
La figura de Rafael Campoó Andrés como responsable del Torneo Social fue fundamental para el éxito inicial de esta competición. Su visión y liderazgo sentaron las bases para lo que se convertiría en una tradición duradera en la cantera del Real Madrid. Sin embargo, a lo largo de los años, el torneo ha contado con el compromiso y la dedicación de numerosos técnicos y delegados que han contribuido al desarrollo y crecimiento de los jóvenes talentos.
Entre los nombres que han dejado su huella en la historia del Torneo Social se encuentran Basilio Pozo, Andrés Zubieta, Ricardo Peinado, Francisco Lacuesta, José Toth, Enirque Montes, así como delegados como José Blanco, Antonio Martín, Eleuterio Iriepar y muchos otros. Estas figuras desempeñaron roles clave en la organización y dirección del torneo, asegurando que se mantuviera como una parte integral del sistema de desarrollo juvenil del Real Madrid.
Además de proporcionar una plataforma para la competición y el reclutamiento de nuevos talentos, el Torneo Social también ha sido un trampolín para muchos jugadores que han logrado ascender al primer equipo del Real Madrid. Uno de los primeros en hacerlo fue Pedro-Eugenio de Felipe Cortés, cuyo éxito sirvió como inspiración para generaciones posteriores de jugadores juveniles.
Sin embargo, más allá de los éxitos individuales, el Torneo Social ha sido un lugar donde se han forjado amistades duraderas y se han cultivado valores como el compañerismo, el trabajo en equipo y la determinación. Para muchos participantes, el torneo no solo representaba una oportunidad de demostrar su habilidad en el campo, sino también un momento para crecer como personas y atletas.
En este sentido, es importante reconocer el papel de aquellos jugadores que han sido parte integral del Torneo Social y que, aunque no hayan llegado al primer equipo, han dejado una marca indeleble en la historia de la cantera del Real Madrid. José-Luis Ajenjo, Jesús García, Manolo Sánchez, José Luis Goñi y muchos otros compañeros merecen un reconocimiento especial por su contribución al legado del club.
En resumen, el Torneo Social del Real Madrid ha sido mucho más que una simple competición juvenil. Ha sido un catalizador para el descubrimiento y desarrollo de talentos, un trampolín para el éxito en el primer equipo y un símbolo de los valores y la tradición que han definido a la cantera del Real Madrid a lo largo de los años.
Foto Torneo Social Año 1979-1980. Equipo de Miguel Angel