SEBASTIÁN CASTAÑO DE LOS REYES – defensa Real Madrid

SEBASTIÁN CASTAÑO DE LOS REYES – defensa Real Madrid, conocido cariñosamente como Sebas, nació en 1963 y se formó como un sólido defensa en la cantera del Real Madrid. Durante la temporada 1981-1982, fue parte integral del equipo de Tercera División, un conjunto lleno de talento joven y prometedor que aspiraba a dejar su marca en el fútbol español.

Sebas, al igual que sus compañeros, vivió momentos de intenso aprendizaje y camaradería bajo la tutela del Sr. Juan Gea Álvarez, el entrenador que supo guiar al equipo con mano firme y visión clara. En la fila de arriba de la foto de equipo, junto al Sr. Gea, se encuentran nombres importantes como Miguel Bolós Andión, Ángel Luis Romero Parra, Alfredo José González Montaño, Javier Aguilera Gumpert y Pedro Gálvez López. Cada uno de ellos aportaba su granito de arena, y juntos formaban una estructura robusta, un pilar fundamental del equipo.

El Sr. Rodri, el ATS del equipo, desempeñaba un papel crucial. No solo se encargaba de mantener a los jugadores en perfecto estado físico, sino que también les brindaba apoyo emocional, algo esencial para un grupo de jóvenes que se enfrentaban a los desafíos del fútbol competitivo. Su presencia era una constante fuente de tranquilidad y confianza para los jugadores.

En la fila central, donde se encontraba Sebas, el espíritu de camaradería y unidad era palpable. Junto a él, Gregorio García Fernández, Juan José Jiménez Martos, Luis Pombo Lanza, José Luis Garralón Merino, José Mel Pérez y Javier García Anadón formaban un grupo cohesionado. Estos jugadores, con su talento y esfuerzo, contribuían al equilibrio del equipo, tanto en la defensa como en el medio campo. Sebas, como defensa, se destacó por su solidez y capacidad para leer el juego, cualidades que le hicieron ganar el respeto de sus compañeros y adversarios por igual.

La fila de abajo, compuesta por Eduardo Román del Cerro, Miguel Ángel Monllor Ruiz, Justo González Domínguez, Ángel Arroyo Romera, Juan Francisco González Pedrazo, Francisco José Orejón de Luna y Juan Antonio Sánchez Martín, completaba este equipo dinámico y apasionado. Cada uno de estos jugadores tenía un papel específico, pero compartían un objetivo común: triunfar en cada partido y dejar una huella imborrable en la historia del club.

La temporada 1981-1982 fue un periodo de crecimiento y desarrollo para Sebas y sus compañeros. Cada entrenamiento y cada partido eran oportunidades para mejorar y demostrar su valía. La disciplina, el trabajo duro y el espíritu de equipo eran los valores que guiaban a este grupo de jóvenes talentosos. La defensa, en particular, jugaba un rol crucial en mantener la estabilidad del equipo y Sebas, con su dedicación y habilidades, se convirtió en un componente esencial de esta línea defensiva.

Sebas no solo se destacaba por su desempeño en el campo, sino también por su actitud fuera de él. Era conocido por su humildad y disposición para ayudar a sus compañeros, características que reflejaban los valores inculcados por el club. La formación en la cantera del Real Madrid no solo se centraba en el desarrollo técnico y táctico, sino también en forjar el carácter y los principios de los jugadores.

La presencia de entrenadores como el Sr. Juan Gea Álvarez y el apoyo del Sr. Rodri fueron fundamentales para crear un ambiente propicio para el crecimiento personal y profesional de los jugadores. El Sr. Gea, con su conocimiento y experiencia, supo guiar al equipo a través de los altibajos de la temporada, mientras que el Sr. Rodri proporcionaba el cuidado y apoyo necesarios para mantener a los jugadores en su mejor forma.

Para Sebas y sus compañeros, cada partido era una oportunidad para demostrar su talento y dedicación. La competencia en la Tercera División era intensa, pero el equipo afrontaba cada desafío con determinación y coraje. La defensa, liderada por jugadores como Sebas, era la primera línea de resistencia contra los ataques adversarios, y su capacidad para mantener la calma bajo presión era una de sus mayores fortalezas.

El legado de la temporada 1981-1982 perdura en la memoria de aquellos que formaron parte de ella. Los valores de trabajo en equipo, perseverancia y dedicación que Sebas y sus compañeros aprendieron durante este tiempo continuaron guiándolos en sus carreras futbolísticas y en sus vidas personales. La experiencia de jugar para el Real Madrid, incluso en las categorías inferiores, dejó una marca indeleble en cada uno de ellos, enseñándoles lecciones valiosas sobre el compromiso, la disciplina y el espíritu de equipo.

Sebas, como defensa, contribuyó significativamente al éxito del equipo durante esta temporada. Su habilidad para anticipar las jugadas, su firmeza en los duelos y su capacidad para liderar la línea defensiva lo hicieron destacar. La camaradería y el apoyo mutuo entre los jugadores fueron clave para enfrentar los desafíos y alcanzar sus objetivos.

En resumen, Sebastián Castaño de los Reyes, conocido como Sebas, fue un miembro valioso del equipo de Tercera División del Real Madrid durante la temporada 1981-1982. Su dedicación, talento y espíritu de equipo dejaron una huella en la historia del club. Aunque la información sobre su vida futbolística posterior es limitada, el impacto de su tiempo en la cantera del Real Madrid es incuestionable. La temporada 1981-1982 no solo se trata de los partidos jugados, sino también de las lecciones aprendidas y los vínculos formados, que continúan inspirando a futuras generaciones de futbolistas.