FRANCISCO JIMENEZ MARTIN – centrocampista Real Madrid. Conocido simplemente como Jiménez, nació el 2 de julio de 1947 en El Barraco, Ávila, un pequeño pueblo con una gran pasión por el fútbol. Desde temprana edad, mostró un talento innato para el deporte rey, lo que lo llevaría a una carrera notable en el mundo del fútbol español.
Su trayectoria comenzó en las filas juveniles del Real Madrid, donde destacó por su habilidad y determinación en el campo. Durante las temporadas 1963-1964 y 1964-1965, formó parte del equipo juvenil B del Real Madrid, sentando las bases para su futuro en el deporte.
En la temporada 1965-1966, Jiménez dio un paso adelante al unirse al Real Madrid Amateur, donde tuvo la oportunidad de competir en la Copa Ramón Triana, una experiencia invaluable para su desarrollo como futbolista. Su destacada actuación en el equipo amateur lo colocó en la mira de varios clubes de mayor categoría.
En busca de más oportunidades de juego, Jiménez fue cedido al Real Santander S.D. en la temporada 1966-1967, donde compitió en la Segunda División. Su paso por el equipo cántabro le brindó la experiencia y el ritmo de juego necesario para continuar progresando en su carrera.
En la temporada siguiente, Jiménez fue cedido al Club Atlético Osasuna, también en la Segunda División. Aunque su tiempo en Pamplona fue breve, dejó una impresión duradera en el equipo y en los aficionados con su entrega y habilidades en el campo.
De regreso al fútbol de categoría amateur, Jiménez se unió a la A.D. Plus Ultra en la temporada 1968-1969, compitiendo en la Tercera División. Su tiempo en el equipo madrileño le permitió seguir desarrollándose como futbolista y prepararse para desafíos mayores en el futuro.
En la temporada 1969-1970, Jiménez fue cedido a la U.D. Salamanca, donde compitió nuevamente en la Segunda División. Su contribución al equipo charro fue notable, demostrando su valía en una liga cada vez más competitiva.
El punto culminante de la carrera de Jiménez llegó en la temporada 1970-1971, cuando regresó al Real Madrid para formar parte del primer equipo, compitiendo en la Primera División. Sin embargo, en diciembre de ese año, fue cedido al C.D. Castellón, donde continuó demostrando su calidad en la Segunda División.
En las temporadas siguientes, Jiménez continuó su carrera en varios equipos de Segunda División, incluyendo el Xerez C.D. en la temporada 1971-1972 y el Córdoba C.F. en las temporadas 1972-1973 y 1973-1974. En agosto de 1972, se unió al Córdoba C.F. y se convirtió en una pieza clave del equipo durante su tiempo en el club.
A lo largo de su carrera, Jiménez dejó una marca indeleble en el fútbol español con su habilidad, dedicación y pasión por el juego. Su contribución a cada equipo en el que jugó, ya fuera en la Primera o Segunda División, fue invaluable, y su legado perdurará en la memoria de los aficionados al fútbol durante generaciones. Jiménez es un ejemplo de perseverancia y determinación, y su historia inspira a futuros talentos a seguir sus sueños en el mundo del fútbol.