FRANCISCO ARJONA SÁNCHEZ – entrenador Real Madrid, conocido afectuosamente como «Don Paco» por sus pupilos, fue una figura emblemática en la cantera del Real Madrid, donde dejó una marca imborrable en la temporada 1976-1977 al frente del Real Madrid Infantil A. Con una combinación de sabiduría futbolística y un toque paternal, Don Paco se ganó el respeto y el cariño de todos los jóvenes talentos que tuvieron la fortuna de estar bajo su tutela.
La trayectoria de Don Paco como entrenador comenzó muchos años antes de su llegada al Real Madrid Infantil A. Como exjugador, tenía un profundo conocimiento del juego, pero su verdadera vocación siempre había sido enseñar y guiar a las nuevas generaciones. Su amor por el fútbol y su deseo de formar no solo buenos jugadores, sino también buenas personas, lo impulsaron a dedicarse a la formación de jóvenes talentos.
En la temporada 1976-1977, el Real Madrid Infantil A se encontraba en un momento crucial. La cantera del club siempre había sido una cuna de grandes talentos, y Don Paco asumió el reto con entusiasmo y determinación. Su filosofía de entrenamiento se centraba en el desarrollo integral del jugador. Para él, era fundamental que los niños entendieran el juego en su totalidad, no solo en términos técnicos y tácticos, sino también en valores como el trabajo en equipo, la disciplina y la humildad.
Desde el primer día, Don Paco estableció un ambiente de respeto y camaradería en el equipo. Sabía que para que los jóvenes jugadores alcanzaran su máximo potencial, debían sentirse valorados y parte de una familia. Su oficina siempre estaba abierta para cualquier jugador que necesitara hablar, ya fuera sobre fútbol o sobre cualquier otra preocupación. Este enfoque paternal creó un vínculo especial entre él y sus jugadores, quienes lo veían no solo como un entrenador, sino también como un mentor y una figura paterna.
En el campo de entrenamiento, Don Paco combinaba la exigencia con la paciencia. Era conocido por su meticulosa atención a los detalles y su capacidad para explicar conceptos complejos de manera sencilla y comprensible. Sus sesiones de entrenamiento eran intensas y bien estructuradas, siempre enfocadas en mejorar tanto las habilidades individuales como la cohesión del equipo. Bajo su guía, los jugadores aprendieron la importancia de la táctica, la técnica y la condición física, pero también comprendieron que el fútbol es un juego de inteligencia y estrategia.
Uno de los mayores talentos de Don Paco era identificar y potenciar las fortalezas individuales de cada jugador. Sabía que cada niño tenía algo especial que ofrecer, y trabajaba incansablemente para sacar lo mejor de cada uno. Su capacidad para reconocer el potencial y desarrollar a jugadores versátiles fue una de las razones por las cuales el Real Madrid Infantil A tuvo tanto éxito bajo su dirección. Los jóvenes jugadores no solo mejoraron sus habilidades futbolísticas, sino que también crecieron en confianza y carácter.
La temporada 1976-1977 estuvo llena de momentos memorables para el Real Madrid Infantil A. El equipo, guiado por la mano experta de Don Paco, mostró un juego vibrante y cohesionado, caracterizado por la pasión y el compromiso. Cada partido era una oportunidad para que los jugadores demostraran lo que habían aprendido y para que el equipo brillara como una unidad. Las victorias fueron muchas, pero lo más importante para Don Paco era ver el crecimiento y el desarrollo continuo de sus jugadores.
Uno de los aspectos más destacados del estilo de Don Paco era su enfoque en el juego limpio y el respeto por los oponentes. Siempre inculcó en sus jugadores la importancia de la deportividad y la ética en el fútbol. Para él, ganar era importante, pero hacerlo con integridad y respeto era fundamental. Este enfoque no solo formó excelentes jugadores, sino también personas con valores sólidos que llevarían consigo fuera del campo.
La influencia de Don Paco no se limitaba solo a los entrenamientos y los partidos. Organizaba reuniones y actividades fuera del campo para fortalecer el espíritu de equipo y crear un ambiente de amistad y apoyo mutuo. Estas actividades eran una extensión de su filosofía de que un equipo unido dentro y fuera del campo tiene más probabilidades de éxito. Los jugadores desarrollaron lazos fuertes que a menudo duraron más allá de su tiempo en el equipo.
El legado de Francisco Arjona Sánchez en la cantera del Real Madrid se puede ver en los numerosos jugadores que pasaron por sus manos y que luego continuaron sus carreras en niveles superiores. Muchos de ellos, al recordar su tiempo en el Real Madrid Infantil A, mencionan a Don Paco con gran cariño y respeto. Su influencia fue profunda y duradera, y su enfoque en el desarrollo integral de los jugadores dejó una marca indeleble en sus vidas.
Don Paco no solo fue un entrenador; fue un formador de hombres. Su dedicación, su pasión y su amor por el fútbol y por sus jugadores son un ejemplo de lo que significa ser un verdadero mentor. Aunque no todos sus jugadores llegaron a la cima del fútbol profesional, todos ellos se llevaron consigo las lecciones y los valores que Don Paco les inculcó.
Hoy en día, la figura de Francisco Arjona Sánchez sigue siendo recordada con admiración en la cantera del Real Madrid. Su impacto se siente en la forma en que el club continúa priorizando el desarrollo integral de sus jóvenes talentos, siguiendo el camino que él ayudó a trazar. Don Paco es un símbolo de lo que significa ser un verdadero entrenador: alguien que no solo enseña a jugar al fútbol, sino que también ayuda a formar personas de bien.
El nombre de Francisco Arjona Sánchez permanecerá para siempre asociado a la grandeza del Real Madrid, no solo por sus logros en el campo, sino por la huella que dejó en el corazón y la mente de todos aquellos que tuvieron la suerte de aprender de él. Su legado es un testimonio de la importancia de la dedicación, la pasión y el amor por el juego, valores que continúan inspirando a generaciones de jóvenes futbolistas.
1976-1977 Real Madrid Infantil A
De pie, Sr. Francisco Arjona Sánchez (entrenador), ROMANO (Jesús Romano Padilla), PACO DÍAZ (Francisco Díaz Sebastián), ROMERO DE ÁVILA (Francisco Romero de Ávila), SOLANA (José Manuel Solana Guerra), PÉREZ RUIZ (Mario Pérez Ruiz), FERNÁNDEZ (Carlos Fernández de la Vega), MARÍN (Jesús Marín García), Sr. Antonio Fernández Pacios (delegado)
Agachados, MENESES (Francisco Javier Meneses Jaime), CLEMENTE (Javier Sánchez-Clemente García), MÍCHEL (José Miguel González Martín Del Campo), MIGUEL ÁNGEL (Miguel Ángel Moreno Sáez), MEL (José Mel Pérez), MEDINA (Francisco Javier Medina Blanco), ARROYO (Ángel Arroyo Romera)
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